Toyslinefundada en 2019, es una distribuidora de juegos, juguetes y artesanía cuyas raíces se remontan a 1951, cuando Magda Sebastián y Bartomeu Boada iniciaron un negocio de muñecas hechas a mano en Barcelona. Con el tiempo, la empresa evolucionó hacia la distribución de maquetas bajo el nombre de Comercial Brit-Line en 1979. En 2019, con el deseo de volver a sus orígenes, lanzaron Toysline, centrada en juguetes educativos, ecológicos y creativos.
Hemos hablado con Mireia Boada, Business Developer de ToysLine y representante de la tercera generación de esta empresa familiar, sobre los retos y necesidades a los que se enfrentan los distribuidores de juegos de mesa en relación con las instrucciones de sus productos.

Agradecemos la generosidad y sinceridad de Mireia en sus respuestas:
Mireia, ¿cuántas veces unas reglas poco claras o mal escritas afectan a las ventas y a la acogida de un juego?
Uf... ¡mucho más de lo que pensamos! Cuando un juego es atractivo estéticamente, pero luego la jugabilidad es difícil de entender, arruina toda la experiencia del usuario. Como consecuencia, también afecta a la marca, porque el jugador asocia esa experiencia negativa con ella, y a menudo es difícil volver a engancharle.
También creo que influye mucho en las compras repetidas. Por ejemplo, si una tienda compra cinco unidades de un juego y recibe comentarios de que las instrucciones no son claras, es muy probable que la tienda especializada decida no volver a comprarlo. Al final, la las reglas del juego son la base para que el producto se utilice correctamente.
¿Cuáles son algunos de los retos habituales a los que os enfrentáis con las traducciones?
Creo que hay dos aspectos clave: costes elevados y el tipo de lenguage.
Los costes, por supuesto, son siempre un problema para cualquier editorial. Las grandes empresas pueden tener traductores en plantilla, pero las pequeñas editoriales deben subcontratar el servicio, y suele ser muy caro.
El tipo de lenguaje utilizado también es fundamental. A menudo, las traducciones son demasiado literales en cuanto a vocabulario, y adaptar un lenguaje más coloquial, más cercano a los jugadores experimentados o incluso adecuado para los más jóvenes, puede resultar complicado. Cada sector tiene su propio lenguaje, y adaptar las traducciones al tema y al público destinatario es un reto más subjetivo y complejo que una simple traducción literal.
La impresión de libros de reglas puede resultar cara ¿Cómo equilibras la necesidad de reglas de calidad con los costes de producción y distribución?
Es una pregunta bastante compleja... Encontrar el equilibrio perfecto sin comprometer la viabilidad económica es complicado. Los márgenes con los que trabajamos son muy pequeños, y si añadimos el coste de los libros de instrucciones, los gastos aumentan considerablemente.
Algunas soluciones podrían ser imprimir con menor calidad, pero, desde mi punto de vista, esto resta valor al juego. Si compras un juego con una caja espectacular, piezas de madera natural y cartas gruesas con un acabado brillante, pero luego te encuentras con unas reglas impresas en una hoja blanca con una fuente negra genérica, toda la experiencia de juego se ve afectada.
Es realmente un problema importante dentro de la industria.
Los libros de reglas añaden peso y volumen a los juegos de mesa ¿Cómo afectan a los gastos de envío y a las decisiones sobre precios?
La verdad es que es un aspecto en el que no había profundizado tanto. Es cierto que siempre tengo en cuenta el volumen, ya que las reglas deben adaptarse a las necesidades de explicación del juego, pero al mismo tiempo deben encajar dentro de la caja.
A menudo, diseñamos los manuales de reglas con un tamaño máximo predefinido, lo que condiciona su estructura y contenido. No tengo un cálculo exacto de cómo afectan el peso y el volumen de los manuales a los costes de distribución, pero ahora que lo mencionas, es un factor que merece un análisis más detallado.
Algunas empresas se están pasando a las reglas digitales y los códigos QR ¿Has visto si esto afecta a las preferencias de los consumidores?
Depende del juego y del consumidor. Si es un juego muy básico, de unos 10 euros, y más bien una compra impulsiva, creo que puede afectar. Este tipo de juegos suelen comprarse tras un vistazo rápido en la tienda, eligiendo lo primero que parece bueno.
En cambio, para juegos más elaborados, de mayor precio o nivel, creo que los jugadores valoran mucho más disfrutar de una buena experiencia, desde la preparación hasta el desarrollo de la partida. Al final, una buena presentación y unas reglas bien diseñadas son fundamentales para que la experiencia de juego sea lo más inmersiva posible.
Cuando un reglamento tiene errores o instrucciones poco claras ¿Cómo afecta esto a los distribuidores? ¿Se han dado casos en los que haya sido necesario reimprimir un reglamento? ¿Cómo se ha gestionado?
Esto no sólo afecta, sino que puede literalmente "matar" un juego por múltiples razones. Un simple error ortográfico puede hacerle perder ventas, provocar que los clientes soliciten devoluciones o incluso obligarle a reimprimir y manipular manualmente cada unidad para incluir las instrucciones corregidas, además de gestionar el reenvío.
Nos pasó una vez y decidimos asumir la pérdida en lugar de afrontar la magnitud de todo lo que implica arreglarlo. No es solo el coste de la reimpresión (que ya es un problema), sino todo el proceso y las complicaciones que conlleva.
¿Crees que se está trabajando en la accesibilidad de los manuales para las personas con discapacidad? ¿Has observado un aumento de la demanda de formatos alternativos?
Creo que empiezan a verse algunos progresos, pero aún queda mucho por hacer. Al fin y al cabo, el concepto de "jugar" es algo totalmente universal. Tener opciones para adaptar las instrucciones a las necesidades del consumidor parece una idea que antes era casi "utópica", pero cada vez la veo más cerca y más real.
Muchos juegos son perfectamente jugables para personas con deficiencias visuales, pero si hubiera instrucciones sonoras, serían 100% accesibles para ellas. Y esto es sólo un ejemplo: hay muchas más formas de mejorar la accesibilidad. No se trata sólo de facilitar el acceso a las personas con discapacidad, sino también de adaptar los juegos a otros públicos, como las personas mayores. De hecho, hemos detectado un aumento de este target en el sector, no sólo jugando con hijos o nietos, sino entre ellos mismos. Disponer de opciones como textos más grandes o tener siempre audio disponible podría ser una gran mejora para ellos.