Ser capaz de seguir instrucciones es un aspecto crucial de la vida diaria, ya que puede afectar directamente al aprendizaje y la correcta ejecución de habilidades, así como al rendimiento académico. Para tareas que la gente no hace con frecuencia, como ensamblar muebles o realizar trabajos ocasionales de bricolaje, es difícil recordar cómo realizarlas sin instrucciones. La capacidad de seguir instrucciones nos brinda herramientas para adaptarnos y navegar en situaciones nuevas o desconocidas. Sin embargo, muchas personas suelen experimentar dificultades para seguir instrucciones de varios pasos. ¿Cuáles podrían ser las causas de esta dificultad?
Instrucciones y memoria de trabajo

La memoria de trabajo es una función cerebral fundamental que conecta la percepción, la atención y la memoria a largo plazo. Por ejemplo, cuando seguimos instrucciones, muchas veces tenemos tendencia a leer en diagonal, o a no prestar atención a aquellos elementos que consideramos accesorios, o que no llaman nuestra atención. Solo los elementos a los que prestamos atención pasan a formar parte de nuestra memoria de trabajo, posteriormente estos elementos son procesados y dan como resultado una imagen mental, que luego almacenamos en nuestra memoria a largo plazo.
Debido a que la memoria de trabajo es limitada y variable en cada persona, la capacidad de seguir instrucciones puede verse afectada si nos abruman (¡Demasiado texto! ¡Qué vídeo más largo!), lo que finalmente conduce a la pérdida de información. .
Es aún más difícil recordar las instrucciones cuando tenemos que retener en nuestra memoria los siguientes pasos, mientras estamos prestando atención a los anteriores. Por ejemplo, cuando leemos instrucciones de este tipo:
Tome las patas y alinéelas con los agujeros designados en la mesa. Inserte los tornillos Allen de tamaño 6 en los orificios más pequeños y los tornillos Allen de tamaño 10 en los orificios más grandes, asegurando las patas a la mesa. Luego utilice la llave Allen o llave inglesa adecuada para apretar los tornillos firmemente y garantizar un ajuste seguro.
Cuando el tiempo necesario para completar unas instrucciones supera la capacidad de nuestra memoria de trabajo (normalmente entre 2 y 18 segundos), nos vemos obligados a mantener activamente las instrucciones en nuestra mente. ¿Quién no ha repetido alguna vez una instrucción en voz alta o “en la cabeza”, una y otra vez? Yo soy un desastre cuando salgo a hacer recados o a comprar más de 3 cosas, ya que mi memoria es muy fugaz.
Además, esta pérdida de información puede ser más pronunciada cuando la tarea debe realizarse inmediatamente después de haber leído o visto las instrucciones, y no podemos controlar la velocidad de presentación, por lo que nos vemos obligados a ver el resto de pasos. Seguro que te ha pasado más de una vez con algún vídeo en las redes sociales.
Para compensar o reforzar nuestra memoria de trabajo podemos abordar varias estrategias:
- Ponte manos a la obra inmediatamente después de recibir las instrucciones. Realizar acciones con el cuerpo también implica nuestra memoria muscular, que pone en marcha varios mecanismos que ayudan a nuestro cerebro a asimilar mejor la información.
- Utilizar diferentes formatos de instrucción de forma complementaria (texto, imagen, audio y/o vídeo), lo que nos permite tener más control sobre el ritmo y, si es necesario, ir más lento para interiorizar completamente las instrucciones.
El efecto de mera presencia
Nuestra forma de actuar está muy influenciada por el contexto social en el que nos encontramos. En particular, la presencia de otras personas puede tener un efecto significativo en nuestro comportamiento. Este fenómeno se conoce como “efecto de mera presencia”, por el cual la presencia de otra persona puede hacer que un individuo sea más dócil.
Por ejemplo, imagina que vas a montar esa mesa que te hemos descrito arriba, con unas instrucciones muy complicadas de recordar. Nuestro comportamiento no será el mismo si nos encontramos solos o en un entorno profesional, frente a compañeros o superiores. Generalmente tenderemos a ser más dóciles, porque seguir correctamente o no las instrucciones tendrá consecuencias, para nuestra imagen social (qué pensarán de mí si no soy capaz de poner una mesa ), o nuestra reputación en el trabajo (si no salgo, me despiden por inútil).
Aunque, por regla general, se considera que el efecto de la mera presencia tiene un impacto positivo en las personas, ya que la presencia de un observador, y la posibilidad de una reprimenda social por no seguir instrucciones, puede incrementar sus tasas de seguimiento. Esto indica que las normas sociales, como la obediencia a las figuras de autoridad y el miedo a las consecuencias negativas, pueden motivar a las personas a cumplir instrucciones. Ahora es fácil entender por qué los jubilados disfrutan supervisando las obras de construcción.
Estar al tanto de las instrucciones
Seguir instrucciones también depende de nuestra capacidad de autorregulación, es decir, de la conciencia que tengamos de nuestro propio comportamiento, para poder actuar de forma más beneficiosa para nuestros intereses a largo plazo.
Para ello, una persona debe ser consciente de sus propios pensamientos y acciones, observándolos y evaluándolos a medida que los lleva a cabo. Este proceso se llama monitoreo metacognitivo, es decir, pensar en cómo pensamos, y es fundamental a la hora de finalizar instrucciones.
Imaginemos que María decidió montar una mesa nueva para su casa y siguió las instrucciones incluidas en la caja. Sin embargo, al terminar, notó que la mesa no se parecía a la imagen del manual de instrucciones. Al revisar cuidadosamente sus instrucciones, se dio cuenta de que se había saltado algunos pasos cruciales. Como resultado, la mesa no estaba puesta correctamente. Este ejemplo ilustra cómo la falta de autorregulación y monitoreo metacognitivo puede llevar a errores al seguir instrucciones. Al ser más consciente de sus pensamientos y acciones durante el proceso de montaje, María podría haber evitado estos errores y montado la mesa correctamente.
Una estrategia que podemos utilizar para reforzar la metacognición al seguir instrucciones es el uso de listas de verificación, que nos ayudan a monitorear nuestros pensamientos durante el proceso:
¿Tengo todas las piezas que necesito para montar la mesa, las patas, el tablero y los tornillos? ¿Alguna de las piezas está dañada o defectuosa? ¿Tengo todas las herramientas necesarias? ¿Debo poner un poco de cartón en el suelo para no dañarlos? ¿Necesito guantes de seguridad? ¿Tengo suficiente espacio para trabajar?
Seguir instrucciones es una habilidad importante que puede verse influenciada por muchos factores. En ocasiones, la presencia de otras personas, o la posibilidad de premios y/o castigos, puede motivarnos a seguir instrucciones, mientras que la falta de conciencia de nuestro propio comportamiento puede ser un obstáculo. En cualquier caso, estar atentos y conscientes de cómo seguimos las instrucciones puede ayudarnos a mejorar nuestra capacidad para hacerlo en el futuro. ¡Así que presta atención y sigue adelante!
Bibliografía
- Sabrina Dunham, Edward Lee y Adam M. Persky. La psicología del seguimiento de instrucciones y sus implicaciones. Revista Americana de Educación Farmacéutica 84, nº 8 (2020)
- Franck Ganier. Factores que afectan al procesamiento de las instrucciones de procedimiento: Implicaciones para el diseño de documentos. IEEE Transactions on Professional Communication 47, nº 1 (abril de 2004): 15-26.
- Jaroslawska, A.J., Gathercole, S.E., Allen, R.J. et al. Seguir instrucciones desde la memoria de trabajo: ¿Por qué ayuda la acción en la codificación y el recuerdo?. Mem Cogn 44, nº 8 (2016): 1183-1191.
Una respuesta a «Why is it hard for us to follow instructions? Techniques to solve it»
[...] how-to debe ser una herramienta silenciosa que ayude al usuario en su tarea, no una cacofonía de mensajes que no aportan ningún valor, ni una carrera de obstáculos para cerrar ventanas emergentes y [...].